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La colonia Juárez es un rectángulo delimitado en su lado alargado por Reforma y Chapultepec y en su lado corto por la calle Lieja y Bucareli (eje 1). En apenas unas 30 cuadras se encierra una muestra de la cultura, diversidad y folklor que identifican a la Ciudad de México. Hoy les compartimos una breve guía para recorrer a pie la colonia, destacando algunas de sus particularidades más emblemáticos. En los próximos meses les estaremos compartiendo más detalle – culinario, artístico, histórico – sobre cada una de nuestras paradas.
Nuestro recorrido comienza a la altura de la torre BBVA y avanzaremos en dirección al Centro Histórico.
- Barrio coreano
La primera parada obligada es el barrio coreano. Las calles de Hamburgo, Londres, Florencia y Liverpool albergan alrededor de veinte restaurantes en tan sólo unas cuadras. Y si bien el gancho para llegar ahí es ese fuerte especiado que hace agua la boca, en esta zona podemos encontrar otros establecimientos que nos acercan a Corea: los abarrotes con productos importados cuyos nombres en hangul (alfabeto coreano) prueban su autenticidad; la panadería Baking Story dónde el pan es verde; la tienda de cosméticos Missha que ofrece pruebas de maquillaje gratuitas y, por supuesto, el cantabar de k-pop donde es posible rentar salas particulares para el grupo de amigos.
Este barrio se estableció como un refugio para los coreanos que habitaban la ciudad, donde podían encontrarse para comer, escuchar música y hablar como si siguieran en su país. No fue hasta principios de este siglo que llegó a Occidente el hallyu, la ola de influencia coreana, que los locales se abrieron a otros residentes de la ciudad.

2. Zona Rosa
La segunda parada es en la famosa zona que se extiende por las calles de Amberes, Copenhague, Hamburgo y Londres. Desde los 60s esta subsección de la Juárez comenzó a transformar sus residencias coloniales en bares, galerías, tiendas de antigüedades, discotecas y restaurantes que rápidamente le hicieron la fama de la zona bohemia de la ciudad, el Montmartre mexicano. Al convertirse en el punto de reunión de intelectuales y artistas, se propició el ambiente adecuado para que se diera la liberación sexual y se convirtiera en el epicentro del movimiento LGBT+. En 1974 se inauguró el Nueve, primera discoteca gay de la Ciudad de México.
Hoy la Zona Rosa mantiene su reputación de fiesta, buen ambiente y tolerancia, así como una amplia oferta culinaria y de galerías que le dan un toque sofisticado.

3. México estilo europeo
Continuamos en dirección al Centro y al cruzar Insurgentes la zona cambia de personalidad sin perder su esencia. En estas calles de Marsella, Nápoles, Havre, Berlín ya no se siente la electrizante energía de la zona rosa, si no una vibra más relajada. Digamos que si estás cansado de bailar y divertirte en los antros y lo que buscas es un lugar donde leer tu libro con un buen café en mano, éste sería el lugar adecuado.
Los nombres de las calles de la colonia no son aleatorios, se pusieron con la expresa intención de imitar los estilos arquitectónicos que estaban de moda en los países europeos a finales del siglo XVIII. En los últimos años, la restauración de inmuebles como Havre 77, los locales alrededor de la Plaza Washington, el Café Nin, el Cancino y otros restaurantes y cafeterías del estilo le han dado nueva vida al barrio.

4. Teatros y museos
Quizás mezclándose con la pequeña Europa, empieza la zona de museos y teatros que se ubican en las calles de Milán, Londres, Versalles y Lucerna. Aquí se ubican establecimientos que mantienen y expanden la cultura, cada uno en su forma particular.
El teatro Milán reconocido por su amplio aforo y diversa oferta en cartelera, El Milagro monta propuestas teatrales alternativas, El 77 Centro Cultural Autogestivo alberga a la Compañía de Teatro Penitenciario y el Foro 37 presenta espectáculos de teatro, danza, música y stand up. En cuanto a museos encontramos lado a lado el Museo de Cera y el Ripleys, y unas cuadras más adelante el MUCHO, museo del chocolate. También asociado con la cultura se encuentran en la calle de Liverpool la casa de Gabriel García Márquez, aquella en que escribió Cien años de soledad y que hoy es sede de la Fundación para las Letras Mexicanas, y la librería de viejo Jorge Cuesta.

5. Edificios multifamiliares
Y para terminar el recorrido llegamos al punto donde los países se mezclan con los personajes: Atenas, General Prim, Barcelona, Abraham González. Esta sección mantiene la fabulosa arquitectura que distingue a la colonia que contrasta con las refaccionarias haciendo de la zona una bulliciosa y llena de actividad. Tlacoyos en las esquinas de edificios que rebasan los cien años.
Y es en estas calles que podemos encontrar algunos de los edificios más imponentes de la Ciudad, como lo es el edificio de Gobernación y el recientemente intervenido General Público Prim. Pero los más llamativos son los multifamiliares: el Edificio Mascota, el Edificio Vizcaya y el Gaona. Los últimos dos tendremos que tomarlos prestados porque en realidad se encuentran cruzando Avenida Bucareli, en la colonia Centro. Estos tres edificios construidos a principios del siglo pasado con el objetivo de albergar a las familias de los trabajadores de fábricas han tenido historias complejas e interesantes y es por esto, que ahondaremos en cada una de nuestras paradas en próximas entregas.
