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Artículo creado por:
Karina Zatarain
El ahorro energético pasivo en las edificaciones se ha convertido en parte fundamental del diseño arquitectónico sustentable. Permite ahorrar recursos, reducir el impacto al medio ambiente y crear espacios que aprovechen al máximo las condiciones que los rodean.
La calidad del ambiente interior es el principal objetivo de los sistemas energéticos pasivos, y se construye tomando en cuenta los elementos que influyen en el comportamiento térmico de las edificaciones.
Orientación y Microclima
Se entiende como el contexto en donde se emplaza la obra, y se compone de elementos como orientación solar, altitud, topografía del terreno, humedad, sombras, etc. El objetivo es aprovechar al máximo los factores externos a la obra.
Conservación de la energía
Para aprovechar al máximo los recursos y la captación de energía, los sistemas energéticos pasivos se valen de instrumentos como:
Aislamientos térmicos
Ventilación controlada
Vidrios aislantes y reflectantes
Materiales herméticos; entre otros.
Sistemas energéticos de alta eficacia
Para evitar que los sistemas energéticos, así como los sistemas de generación, distribución y consumo de los mismos contrarresten los esfuerzos de los sistemas pasivos, es esencial contar con elementos como luminarias de bajo consumo, electrodomésticos de inducción y de alto aislamiento, sistemas de regulación de temperatura, sistemas de alumbrado artificial automáticos, etc.