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Desde que abrió en 2013, el local Loose Blues en la colonia Juárez ha sido uno de los espacios favoritos de la escena creativa de la ciudad, debido a su impecable curaduría que mezcla ropa, accesorios, arte y muebles contemporáneos de Japón y México. En el piso superior, un pequeño restaurante sirve comida japonesa casual, pero con ingredientes de la calidad más alta disponible. 

Platicamos con la co-fundadora, Jaqueline Mota, acerca de este espacio que ha dirigido junto con su socio, Shota Kimura, durante los últimos años. 

¿Cómo comenzó el proyecto de Loose Blues?

Comenzó en 2013, e inicialmente fue pensado como una tienda de ropa en la que mi socio, tk tk y yo queríamos vender diferentes marcas de Japón. La intención era que los productos estuvieran enfocados en la calidad y la atemporalidad, más que en tendencias. Un año después, agregamos una barrita de café; queríamos que nuestros clientes pudieran pasar más tiempo aquí, platicando o leyendo revistas en donde pudieran ver las marcas que vendíamos o nuestras diferentes fuentes de inspiración. Luego, en el 2015, comenzamos con la parte de la comida. Yo diría que Loose Blues ahora es un espacio muy vivo, en donde siempre están pasando cosas, colaboraciones con artistas, eventos de tatuaje, de música… es difícil encasillarlo en un sólo concepto, es más una miscelánea cultural, un espacio que mezcla muchas cosas en una.

Crédito: onthegrid.city

Cada colonia de la Ciudad de México tiene su propia vibra y algo que la hace especial. ¿Qué fue lo que te atrajo de la colonia Juárez? ¿Cómo crees que encaja Loose Blues dentro de la zona?

Sí, cada colonia tiene su vibra, y creo que también se va creando con el tiempo. En su momento, la Condesa comenzó a transformarse a lo que es ahora, después la Roma, y ahora la Juárez se está volviendo un lugar “trendy”, pero todas mantienen una esencia. Más que encajar, yo creo que la Juárez fue el lugar que nos adoptó. Realmente no pensamos en una colonia específica sino que aquí encontramos el local perfecto para lo que queríamos hacer. Y lo que me gusta de la Juárez es que han surgido muchos negocios en los últimos años que traen la onda de lo local, lo independiente; tiendas de vino, de bicicletas, creo que eso es lo que va marcando a cada colonia. Las tendencias las marcan los negocios que abren alrededor y determinan la vida que tendrá el barrio. 

Loose Blues ha logrado establecerse como uno de los comercios locales e independientes más icónicos de la Juárez. ¿Qué me puedes platicar de la comunidad que han creado?

Creo que algo que nos gusta mucho es que fue bastante orgánico crear una comunidad… Cuando abrimos la tienda no teníamos definido un target específico, simplemente de pronto nos identificamos con gente que apreciaba las cosas que nosotros apreciábamos, y que se interesaban por un cierto estilo de vida. Fue muy lindo, porque la gente cuando entraba se identificaba con eso, y de alguna manera se fue ampliando de boca en boca. El público de Loose Blues también es bastante amplio, debido a esta diversidad de culturas dentro de este espacio, desde artistas, tatuadores, diseñadores gráficos, o diseñadores de moda, pero también de pronto puedes venir en familia a comer. Así convergen en este espacio personas de todo tipo, que buscan lo mismo. Creo que eso le da su peculiaridad y su encanto.

Crédito: onthegrid.city

¿Cómo han vivido este último año de pandemia en Loose Blues? 

Igual que para todos, ha sido complicado, pero creo que tratamos de darle la vuelta y sacar lo positivo de esta situación. Por un lado, nos hizo poner una pausa cuando quizás estábamos demasiado acelerados. Entonces nos sirvió para reflexionar sobre ciertas cosas, empezar a crear cosas nuevas… Por ejemplo, en el restaurante surgió nuestro menú de izakaya que antes no lo teníamos como tal cada semana, y es algo muy bonito. De lo que Shota más extrañaba de Japón era este concepto de por las noches nomás botanear y beber, y eso lo logramos a través de estos meses de pandemia. Más que nada fue resistir y mantenernos positivos, tratar de sacar cosas creativas durante este tiempo de caos y enfocarnos en el día a día. Si hoy podemos abrir, se trata de disfrutarlo, y si mañana tenemos que cerrar, veremos qué más podemos hacer para adaptarnos.