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Artículo creado por:

Karina Zatarain

Toda principal metrópolis del mundo tiene por lo menos un elemento distintivo — un edificio, monumento o plaza pública que se ha convertido en ícono de la ciudad. La Estatua de la Libertad, el Taj Mahal, la Torre Eiffel, la Ópera de Sídney… tanto para residentes como turistas, resulta de cierta manera reconfortante saber que están y estarán ahí. Pero también hay algunas ciudades en donde la naturaleza juega un rol que ninguna estructura hecha por el hombre podría emular. A lo largo de Japón, por ejemplo, los árboles de cerezo estallan con flores una vez al año, convirtiendo a la ciudad en un espectáculo de nubes color rosa pálido. 

Hace casi un siglo, durante la breve presidencia de Pascual Ortiz Rubio, la Ciudad de México se preparaba para sembrar sus propios cerezos, pero se determinó que el clima de la región no era apto para ese tipo de árbol. Aún queriendo dotar a la ciudad de la belleza efímera de un generoso árbol floral, optaron por la jacaranda, una especie proveniente de Bolivia, Argentina, Paraguay y Brasil, que durante los meses de marzo y abril da flores del color morado que ahora caracteriza la primavera en la capital. 

Para ambas ciudades, la temporada de sus respectivas flores simboliza algo más profundo que el cambio de estación; su función no es meramente decorativa. Durante los más duros inviernos, nos dan la certeza de que todo es transitorio, que podremos contar con un nuevo comienzo. Este año, el mundo atraviesa una pandemia, y mientras los cerezos y las jacarandas presumen su vida en las calles, nosotros nos encontramos resguardados en nuestras casas. 

Alrededor del mundo, las situaciones de cuarentena de la sociedad son tan diversas como sus habitantes, pero quienes viven en los barrios céntricos de la Ciudad de México — donde las jacarandas abundan — quizás puedan observar las flores desde sus ventanas o azoteas. Por ahora es importante mantenernos en casa, pero sabemos que, como todo, esto también pasará, y el siguiente año nos podremos encontrar caminando sobre las banquetas que se cubrirán de morado.

Vive la ciudad desde tu casa