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En la Ciudad de México, los Centros de Transferencia Modal (comúnmente llamados CETRAM o paraderos) han existido desde la década de los sesentas, cuando surgió la necesidad de complementar las estaciones de Metro, facilitando la movilidad de los pasajeros entre los distintos sistemas de transporte que ahí convergen. Optimizar las dinámicas de transbordo de pasajeros de un sistema de transporte público a otro es uno de los mayores retos a los que se enfrentan las distintas metrópolis del mundo, y este tipo de hub de transporte ha logrado cumplir con una función esencial dentro de la ciudad.
Pero el alcance de un CETRAM puede ir más allá del transporte — a fin de cuentas, hablamos de un nodo dentro de la ciudad en donde diario se reúnen miles de personas de distintas edades y niveles socioeconómicos. “En los 60s los CETRAMs eran estrictamente un tema de movilidad,” cuenta José Castillo, arquitecto mexicano y socio fundador de a | 911. “En los últimos 10 años se han dado CETRAMs a los cuales se les adhieren servicios, y comercio. Nosotros pensamos que la tercera evolución tiene que ser absolutamente multiusos.”
Aunque el diseño del CETRAM Tacubaya aún se encuentra en etapa de desarrollo, se puede afirmar que desde su concepción ha sido un proyecto ambicioso que busca reunir, en una serie de edificaciones, usos tan variados como transporte, comercio, vivienda, oficinas, hoteles y espacio público. En esencia, se trataría de un proyecto que busca revitalizar una zona cuya historia se remonta al siglo XIX, cuando la Tacubaya aún se encontraba fuera de los límites de la ciudad, y albergaba las casas de campo de la aristocracia capitalina. A lo largo de las décadas posteriores a su época dorada, una serie de ejercicios y experimentos urbanos han transformado y segmentado a la colonia, pero sus virtudes permanecen, sobre todo en cuanto a su plétora de edificios de alto valor histórico y su proximidad con colonias como la Condesa, Escandón y San Miguel Chapultepec, que a su vez albergan algunos de los destinos gastronómicos y culturales más relevantes de la ciudad.
El CETRAM es solo uno (aunque sin duda el más ambicioso) de los proyectos que se están desarrollando en la zona. “Hay un grupo de desarrolladores ya afiliados que han comprado derechos de construcción en el perímetro, que incluye la parte norte, centro y sur de la Tacubaya y cada uno de estos proyectos busca de alguna manera revitalizar esta zona,” cuenta Castillo. “Son ahora 16 proyectos ya ingresados al SAC.” Se pronostica que la revitalización de la colonia Tacubaya mejorará la calidad de vida no solo de sus próximos residentes, sino de los más de 200,000 transeúntes que pasan diario por la colonia y que se beneficiarán de un CETRAM que aumente la seguridad del peatón y la conveniencia de sus trasbordos.