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Marzo es el mes en el que conmemoramos la lucha de las mujeres por la justicia, por la no violencia, por el derecho al voto, a los estudios y a la equidad de oportunidades laborales. Es por eso que en este mes hablamos de las mujeres que hoy participan e influyen en el desarrollo de la arquitectura contemporánea y que, mucho más allá del mérito de hacerse un lugar en un ámbito tan competido e históricamente masculino, a través de sus proyectos han planteado nuevas visiones estéticas y propuestas para solucionar el eterno meollo arquitectónico de una vivienda social justa, económica y habitable para todos. En Reurbano las festejamos y abrazamos su excelente trabajo en el que se refleja su visión y su esencia.
Fernanda Canales
Si algo distingue la ideología de Fernanda es su enfoque en la vivienda colectiva: la vecindad que utiliza los espacios para comunicar y crear lazos entre los miembros de una comunidad, así como la integración de la vivienda privada con su entorno exterior. Considera que mientras construyamos muros más altos con la idea de protegernos y estar más seguros, vamos a tener territorios más fragmentados y peligrosos. En su proyecto Vecindad Monte Albán su visión se concreta en 21 departamentos que se conectan por pasillos, pequeños patios y terrazas comunes para generar un sentido de apropiación.



Cada una de las casas de Fernanda Canales es más que una propuesta estética, pues responde al contexto social, –Casa Eva se construyó para una familia que perdió su casa en el terremoto de 2017–, ambiental, –Casa Bruma es una casa desmembrada, donde sus piezas se acomodan para respetar los árboles preexistentes en el terreno–, e histórico preciso del lugar, –el Centro Cultural Elena Garro conserva la casona original del siglo XX.
Tatiana Bilbao
Tatiana Bilbao es quizás dentro de la arquitectura mexicana la persona con mayor proyección internacional en este momento con exposiciones y proyectos en China, Francia, Estados Unidos, Alemania y a lo ancho de toda la República. Algunos de sus proyectos más destacados son: la sala de exhibiciones de un parque ubicado en Jinhua, China, el pabellón del Museo Tamayo, el Jardín Botánico de Culiacán, Sinaloa y su maravilloso proyecto de vivienda social. Preocupada con las problemáticas que surgieron en el auge de la vivienda social en los años 2000 (la absurda distancia con escuelas y trabajos, la falta de servicios, la homogenización de los espacios, las pequeñísimas dimensiones, etc.) Tatiana diseñó un prototipo de vivienda social sustentable de 62 m² con un costo de US$8,000 que fue presentado en la Bienal de Arquitectura de Chicago en 2015.
Con este proyecto, la arquitecta aboga por “viviendas más humanas”. El nombre de su libro, publicado en 2018, lo dice todo: una casa no es solo una casa. Una casa no son cuatro paredes y un techo, no se puede construir cajas de zapatos y esperar que la gente quede satisfecha. Una casa es el espacio donde se desarrolla la vida familiar y, bajo esa premisa, el despacho entrevistó a cientos de personas que viven en desarrollos sociales para averiguar sus necesidades y diseñar en consecuencia. Así fue cómo se llegó a estas casas modulares que pueden ser alteradas y expandidas conforme crezca el núcleo familiar y que, dependiendo del clima del lugar de construcción, pueden adecuarse a distintos materiales.

Gabriela Carrillo
Reconocida en 2017 como la arquitecta del año por la Architectural Review, Gabriela Carrillo destaca no sólo por su prolífica carrera, sino también por el enfoque social, humano y sensible al medio ambiente que plasma en cada una de sus obras.
Después de 10 años de colaborar en el multipremiado Taller Mauricio Rocha, en 2012 se convirtió en socia del mismo, por lo que el nombre cambió a Taller Mauricio Rocha + Gabriela Carrillo, firma que mantiene altos ideales sociales y sustentables seleccionando materiales de la región para sus trabajos. De esta colaboración destacan: la Biblioteca para Ciegos y Débiles Visuales en la CDMX al interior de la Biblioteca Vasconcelos, el Mercado de San Pablo Oztotepec y los Juzgados de Pátzcuaro Michoacán donde se transforma el imaginario carcelario por uno de apertura que busca expresar transparencia y democracia.
Recientemente, Gabriela arrancó su propio taller homónimo con el cual realizó la Casa de Piedra en Acapulco, obra que ha recibido enormes aplausos por parte de la crítica y estamos seguros de que seguirá sorprendiéndonos a través de su inventiva consciente.

Frida Escobedo
Esta arquitecta chilanga es siempre noticia y ahora no es la excepción porque, en las últimas semanas, se anunció su selección para diseñar un ala del Museo Metropolintano de Arte de Nueva York (el Met) y es, por supuesto, la primera mujer en hacerlo. El director del museo dijo de ella que “ha demostrado destreza y sensibilidad en su elegante uso de los materiales para generar una atención sincera a los problemas socioeconómicos y ecológicos de hoy”. Frida ha desarrollado su visión a través de diversos proyectos tanto comerciales y sociales como con pabellones tratados como piezas artísticas desde su conceptualización. Así fue como realizó la intervención del patio del Museo Experimental El Eco creado en los 50s por Mathias Goeritz (foto izq.), en 2010 estuvo a cargo de la restauración de La Tallera de Siqueiros y en 2018 se convirtió en la persona más joven en diseñar un pabellón para el Serpentine Gallery de Londres (foto der.).


Gabriela Etchegaray
Esta arquitecta de la que todos hemos oído hablar, cofundó junto a Jorge Ambrosi el estudio de arte y arquitectura Ambrosi | Etchegaray en CDMX con el objetivo de usar la arquitectura como un instrumento social y artístico expresado a través de los edificios y paisajes que conforman las ciudades. En sociedad con Ambrosi y Gerardo Reyes dirige el estudio AMET focalizado a proyectos que susciten al diálogo y la reflexión. Entre los proyectos arquitectónicos de la firma se encuentran el edificio Iztaccíhuatl en la Ciudad de México, la casa EM en Querétaro, el Pabellón de la Feria de las culturas amigas de 2016, el conjunto de departamentos Antonio Sola y la Industria Palenque Milagrito en Oaxaca.
En el 2018, Gabriela Etchegaray presentó una propuesta curatorial del pabellón México en la Bienal de Venecia, ‘Echoes of Land’, que reúne el imaginario colectivo y geográfico de la arquitectura mexicana y su territorio. El Pabellón no sólo expone el intercambio entre el territorio y el pensamiento arquitectónico de sus 21 participantes, sino también la voz y visión de aquellos cuyas trayectorias se han plasmado en la morfología actual de un territorio lleno de desafíos para la arquitectura.
