Descubrimientos para la Cuarentena

La escritora Durga Chew-Bose describe el momento en que se encuentra suspendido el mundo como “un punto en el tiempo en el que el tiempo mismo ha perdido sus implicaciones.” La Ciudad de México tiene poco más de dos meses en cuarentena, y es curioso cómo este periodo se puede llegar a sentir breve y a la vez eterno.

Algo en lo que coincidimos muchos de los que nos encontramos en casa es que la mejor manera de sobrellevar esta situación es aprovechando la inmensidad de tiempo libre que ofrece. Terminar el libro que compraste hace meses (y que te ha acompañado ya en varios viajes, sin mucho avance); volver a ver alguna película para re-descubrirla en este momento; escuchar música mientras arreglas algo en casa — cualquier cosa que normalmente se queda rezagada cuando los compromisos de la vida cotidiana toman prioridad, hoy es buen momento de entrarles de lleno. 

Platicamos con algunos de nuestros colaboradores, arquitectos y diseñadores, para saber cómo están pasando la cuarentena, y sacar algunas recomendaciones para llenar el tiempo: 

Francisco Pardo Arquitecto 

Película: Youth, Paolo Sorrentino

“Hace poco volví a ver esta película de uno de mis directores favoritos, y se me hizo que el tema encaja bien con lo que vivimos ahora. Trata de un momento de pausa, en el que el personaje está recordando su pasado para entender el presente. Se da en una especie de asilo, un lugar de retiro donde están estos momentos y personajes que se mezclan en un espacio, que aparte arquitectónicamente es bellísimo e interesante.” 

Libro: The invention of Nature, Alexander von Humboldt’s New World, Andrea Wulf

Este es un librazo. Es una biografía más o menos, de los viajes de Von Humboldt y sus ganas de conocer todo, saber todo, entender al mundo como un equilibrio. Desde el aislamiento que vivimos ahora, es interesante leer sobre el no-aislamiento. Y este no es un libro de arquitectura, pero como que se puso de moda entre arquitectos. Cuando lo posteé muchos empezaron a comentar.

Carlos Bedoya, PRODUCTORA

Serie: Tales from the Loop, Amazon Prime 

“Es una serie de ciencia ficción que hasta ahora me está gustando mucho. Desde chico me ha gustado la ciencia ficción, es de los géneros que más leo. Me gusta que es una combinación entre ficción y argumentos científicos, y como muchas cosas que están pasando las había leído hace 30 o 35 años. Se me hace una locura. Muchos de los libros de sci fi tienen componentes políticos, éticos, sociales, científicos; te permiten viajar a otros momentos. Y en la arquitectura, siempre ha estado presente la idea de la utopía. El término de “proyectar” no es un término presente, sino que habla de un futuro, de ir hacia delante.”

Libros: Entrevistas a arquitectos, Editorial Gustavo Gili

“Hay unos libros pequeños de GG que siempre estoy hojeando. Son entrevistas a arquitectos, como Denise Scott Brown o Rem Koolhaas, están bonitos porque son muy chiquitos entonces los lees muy rápido.”

Mauricio Guerrero, La Metropolitana 

Playlist: #14 (Encierro)

“Me la he pasado escuchando esta playlist de Mario Ballesteros, la pongo y pongo modo shuffle para que se siga infinitamente mientras trabajo, acomodo el departamento, pinto, lo que sea. Es bastante ecléctica, generalmente oldie, y el shuffle hace que se vuelva más interesante.”

Serie: This Is Us

“Me está gustando esta serie que es una radiografía social de una familia estadounidense; me ha puesto en perspectiva personal muchas cosas de vida. Al final del día ha sido un buen distractor no solo para dormir pero para seguir pensando.”

Descubrimientos para la Cuarentena

La escritora Durga Chew-Bose describe el momento en que se encuentra suspendido el mundo como “un punto en el tiempo en el que el tiempo mismo ha perdido sus implicaciones.” La Ciudad de México tiene poco más de dos meses en cuarentena, y es curioso cómo este periodo se puede llegar a sentir breve y a la vez eterno.

Algo en lo que coincidimos muchos de los que nos encontramos en casa es que la mejor manera de sobrellevar esta situación es aprovechando la inmensidad de tiempo libre que ofrece. Terminar el libro que compraste hace meses (y que te ha acompañado ya en varios viajes, sin mucho avance); volver a ver alguna película para re-descubrirla en este momento; escuchar música mientras arreglas algo en casa — cualquier cosa que normalmente se queda rezagada cuando los compromisos de la vida cotidiana toman prioridad, hoy es buen momento de entrarles de lleno. 

Platicamos con algunos de nuestros colaboradores, arquitectos y diseñadores, para saber cómo están pasando la cuarentena, y sacar algunas recomendaciones para llenar el tiempo: 

Francisco Pardo Arquitecto 

Película: Youth, Paolo Sorrentino

“Hace poco volví a ver esta película de uno de mis directores favoritos, y se me hizo que el tema encaja bien con lo que vivimos ahora. Trata de un momento de pausa, en el que el personaje está recordando su pasado para entender el presente. Se da en una especie de asilo, un lugar de retiro donde están estos momentos y personajes que se mezclan en un espacio, que aparte arquitectónicamente es bellísimo e interesante.” 

Libro: The invention of Nature, Alexander von Humboldt’s New World, Andrea Wulf

Este es un librazo. Es una biografía más o menos, de los viajes de Von Humboldt y sus ganas de conocer todo, saber todo, entender al mundo como un equilibrio. Desde el aislamiento que vivimos ahora, es interesante leer sobre el no-aislamiento. Y este no es un libro de arquitectura, pero como que se puso de moda entre arquitectos. Cuando lo posteé muchos empezaron a comentar.

Carlos Bedoya, PRODUCTORA

Serie: Tales from the Loop, Amazon Prime 

“Es una serie de ciencia ficción que hasta ahora me está gustando mucho. Desde chico me ha gustado la ciencia ficción, es de los géneros que más leo. Me gusta que es una combinación entre ficción y argumentos científicos, y como muchas cosas que están pasando las había leído hace 30 o 35 años. Se me hace una locura. Muchos de los libros de sci fi tienen componentes políticos, éticos, sociales, científicos; te permiten viajar a otros momentos. Y en la arquitectura, siempre ha estado presente la idea de la utopía. El término de “proyectar” no es un término presente, sino que habla de un futuro, de ir hacia delante.”

Libros: Entrevistas a arquitectos, Editorial Gustavo Gili

“Hay unos libros pequeños de GG que siempre estoy hojeando. Son entrevistas a arquitectos, como Denise Scott Brown o Rem Koolhaas, están bonitos porque son muy chiquitos entonces los lees muy rápido.”

Mauricio Guerrero, La Metropolitana 

Playlist: #14 (Encierro)

“Me la he pasado escuchando esta playlist de Mario Ballesteros, la pongo y pongo modo shuffle para que se siga infinitamente mientras trabajo, acomodo el departamento, pinto, lo que sea. Es bastante ecléctica, generalmente oldie, y el shuffle hace que se vuelva más interesante.”

Serie: This Is Us

“Me está gustando esta serie que es una radiografía social de una familia estadounidense; me ha puesto en perspectiva personal muchas cosas de vida. Al final del día ha sido un buen distractor no solo para dormir pero para seguir pensando.”

Conocer a Barragán: Guía para la Ciudad de México

A pesar de que la Ciudad de México reúne una gran diversidad de estilos arquitectónicos, el lenguaje visual que la distingue es el peculiar lente a través del cual la ciudad interpretó el modernismo. En el siglo XX, arquitectos como Max Cetto, Juan O’Gorman, Teodoro González de León y más tropicalizaron las enseñanzas del modernismo europeo al contexto mexicano, creando un conjunto de colores brillantes, texturas y figuras geométricas básicas dentro de la capital. 

Dentro de todos los artistas, diseñadores y arquitectos — nacionales e internacionales — que conformaron este movimiento, un personaje resalta: Luis Barragán, ingeniero oriundo de Jalisco pero que desarrollaría su distintivo estilo arquitectónico años más tarde en la Ciudad de México.

Y aunque Barragán recibió mucha alabanza en vida (hasta ahora sigue siendo el único mexicano en recibir el Premio Pritzker), su obra ha re-capturado el interés del mundo en años recientes. Quizá porque la artista Jill Magid utilizó sus cenizas para crear un diamante en el 2016 como parte de su performance artístico, titulado The Proposal, o porque la Ciudad de México en general ha experimentado un renacimiento artístico durante este siglo, una cosa es segura: la arquitectura de Luis Barragán ha logrado mantener su relevancia a través de tantas décadas.

Aquí, cinco obras de Barragán que puedes visitar en la Ciudad de México:

Casa Estudio Luis Barragán

Con la intención de tener un espacio que fuera tanto su hogar como su estudio de trabajo, Barragán construyó este inmueble en 1948 y fue su único habitante hasta su muerte en 1988. La sencilla fachada no da mucho indicio sobre lo que hay detrás: una opulenta colección de libros, arte y artesanías envueltas por las texturas y materiales naturales que Barragán empleó en casi todas sus casas. El jardín trasero y la terraza de meditación son dos cosas que no te puedes perder.

Casa Gilardi

Aunque su nombre indique lo contrario, este inmueble no fue diseñado para funcionar como casa, sino como la oficina y espacio de reuniones de un grupo de jóvenes publicistas que admiraban el trabajo de Barragán. Tras mucha insistencia, el arquitecto (que para ese tiempo ya estaba jubilado) accedió a ver el terreno, y lo cautivó la jacaranda en el centro. Años más tarde, tras el fallecimiento de su socio Pancho Gilardi, Miguel Luque decidió habitar el inmueble como casa, adecuando su vida familiar a los espacios y siempre dispuestos a mostrarla a distintas visitas.

Torres de Satélite

Un proyecto escultórico a gran escala al norte de la Ciudad de México, las Torres de Satélite fueron diseñadas por Luis Barragán junto con sus amigos y colegas Chucho Reyes y Mathias Goeritz. Las cinco imponentes torres marcan el paso hacia Ciudad Satélite, una zona habitacional que apenas comenzaba a construirse a finales de la década de los 50s, cuando Mario Pani encargó las esculturas.

Capilla de las Capuchinas

En su discurso de aceptación para el Pritzker, Barragán dijo: 

“…en proporción alarmante han desaparecido en las publicaciones dedicadas a la arquitectura las palabras belleza, inspiración, embrujo, magia, sortilegio, encantamiento y también las de serenidad, silencio, intimidad y asombro. Todas ellas han encontrado amorosa acogida en mi alma, y si estoy lejos de pretender haberles hecho plena justicia en mi obra, no por eso han dejado de ser mi faro.”

Basta con conocer en persona la Capilla de las Capuchinas para entender a lo que se refería.

Casa Pedregal

Originalmente llamada Casa Prieto López, esta casa se encuentra en el Pedregal, un barrio que Barragán mismo ayudó a urbanizar. Siendo una casa que se mantuvo en la familia Prieto durante generaciones, Casa Pedregal había sufrido cambios drásticos a su diseño original — desde los colores de los muros hasta el jardín de piedra volcánica habían cambiado. Su nuevo propietario contrató al arquitecto Jorge Covarrubias para realizar un estudio exhaustivo del inmueble para recuperar su estado inicial y abrir la casa a visitas, además de agregar un centro comunitario a un lado, llamado Tetetlán.

Conocer a Barragán: Guía para la Ciudad de México

A pesar de que la Ciudad de México reúne una gran diversidad de estilos arquitectónicos, el lenguaje visual que la distingue es el peculiar lente a través del cual la ciudad interpretó el modernismo. En el siglo XX, arquitectos como Max Cetto, Juan O’Gorman, Teodoro González de León y más tropicalizaron las enseñanzas del modernismo europeo al contexto mexicano, creando un conjunto de colores brillantes, texturas y figuras geométricas básicas dentro de la capital. 

Dentro de todos los artistas, diseñadores y arquitectos — nacionales e internacionales — que conformaron este movimiento, un personaje resalta: Luis Barragán, ingeniero oriundo de Jalisco pero que desarrollaría su distintivo estilo arquitectónico años más tarde en la Ciudad de México.

Y aunque Barragán recibió mucha alabanza en vida (hasta ahora sigue siendo el único mexicano en recibir el Premio Pritzker), su obra ha re-capturado el interés del mundo en años recientes. Quizá porque la artista Jill Magid utilizó sus cenizas para crear un diamante en el 2016 como parte de su performance artístico, titulado The Proposal, o porque la Ciudad de México en general ha experimentado un renacimiento artístico durante este siglo, una cosa es segura: la arquitectura de Luis Barragán ha logrado mantener su relevancia a través de tantas décadas.

Aquí, cinco obras de Barragán que puedes visitar en la Ciudad de México:

Casa Estudio Luis Barragán

Con la intención de tener un espacio que fuera tanto su hogar como su estudio de trabajo, Barragán construyó este inmueble en 1948 y fue su único habitante hasta su muerte en 1988. La sencilla fachada no da mucho indicio sobre lo que hay detrás: una opulenta colección de libros, arte y artesanías envueltas por las texturas y materiales naturales que Barragán empleó en casi todas sus casas. El jardín trasero y la terraza de meditación son dos cosas que no te puedes perder.

Casa Gilardi

Aunque su nombre indique lo contrario, este inmueble no fue diseñado para funcionar como casa, sino como la oficina y espacio de reuniones de un grupo de jóvenes publicistas que admiraban el trabajo de Barragán. Tras mucha insistencia, el arquitecto (que para ese tiempo ya estaba jubilado) accedió a ver el terreno, y lo cautivó la jacaranda en el centro. Años más tarde, tras el fallecimiento de su socio Pancho Gilardi, Miguel Luque decidió habitar el inmueble como casa, adecuando su vida familiar a los espacios y siempre dispuestos a mostrarla a distintas visitas.

Torres de Satélite

Un proyecto escultórico a gran escala al norte de la Ciudad de México, las Torres de Satélite fueron diseñadas por Luis Barragán junto con sus amigos y colegas Chucho Reyes y Mathias Goeritz. Las cinco imponentes torres marcan el paso hacia Ciudad Satélite, una zona habitacional que apenas comenzaba a construirse a finales de la década de los 50s, cuando Mario Pani encargó las esculturas.

Capilla de las Capuchinas

En su discurso de aceptación para el Pritzker, Barragán dijo: 

“…en proporción alarmante han desaparecido en las publicaciones dedicadas a la arquitectura las palabras belleza, inspiración, embrujo, magia, sortilegio, encantamiento y también las de serenidad, silencio, intimidad y asombro. Todas ellas han encontrado amorosa acogida en mi alma, y si estoy lejos de pretender haberles hecho plena justicia en mi obra, no por eso han dejado de ser mi faro.”

Basta con conocer en persona la Capilla de las Capuchinas para entender a lo que se refería.

Casa Pedregal

Originalmente llamada Casa Prieto López, esta casa se encuentra en el Pedregal, un barrio que Barragán mismo ayudó a urbanizar. Siendo una casa que se mantuvo en la familia Prieto durante generaciones, Casa Pedregal había sufrido cambios drásticos a su diseño original — desde los colores de los muros hasta el jardín de piedra volcánica habían cambiado. Su nuevo propietario contrató al arquitecto Jorge Covarrubias para realizar un estudio exhaustivo del inmueble para recuperar su estado inicial y abrir la casa a visitas, además de agregar un centro comunitario a un lado, llamado Tetetlán.

¿Cómo crear ciudades amigables hacia los ciclistas?

No es una tendencia nueva — alrededor del mundo se ha hablado durante décadas acerca de la necesidad de equipar mejor a nuestras ciudades para el uso de las bicicletas. Los motivos abundan: es innegable que enfrentamos una crisis climática y el ciclismo urbano es una manera de combatirla; el uso de la bicicleta es una forma de ejercicio que mejora la salud individual; se ha comprobado que quienes optan por este medio de transporte establecen un sentido de pertenencia en sus comunidades, y perciben una mejor calidad de vida. Además, los comercios a nivel de calle reportan mayores ingresos en zonas donde los habitantes suelen transportarse en bicicleta, y las empresas que incentivan a sus trabajadores a asistir al trabajo sobre dos ruedas tienen menores índices de días de enfermedad.

El caso de Copenhague es idílico. En esta ciudad danesa existen 675,000 bicicletas y tan solo 120,000 automóviles. A pesar de enfrentarse a temperaturas bajas la gran parte del año, los ciudadanos de Copenhague han adoptado a la bicicleta como su modo de transporte principal, debido en gran parte a una inversión masiva del gobierno hacia la implementación de infraestructura para ciclistas.

Tina Saaby Madsen, la Arquitecta de la Ciudad, ha diseñado situaciones urbanas que favorecen a la bicicleta en los últimos diez años, como hacer más estrechos algunos carriles para que las bicicletas sean quienes marcan la velocidad posible, o construir innovadores puentes para ciclistas que los permiten cruzar de un punto a otro sin exigirles demasiado esfuerzo físico.

Algunas personas se muestran escépticas acerca de la posibilidad de replicar el caso de Copenhague en otras ciudades, principalmente al comparar los tamaños de las manchas urbanas y poblaciones. La Ciudad de México, por ejemplo, tiene una población de 8.9 millones (sin contar la zona metropolitana), mientras que Copenhague tiene una población de aproximadamente 602,000 habitantes. El territorio que cubre la capital mexicana es mucho mayor al de la danesa, sin embargo, la Ciudad de México cuenta con una enorme diversidad urbana; entre sus colonias existen muchas — sobre todo las céntricas — que podrían fácilmente replicar algunos escenarios bici-friendly de los modelos extranjeros.

El sistema de bicicletas públicas Ecobici fue lanzado en 2010 dentro de las colonias Cuauhtémoc, Juárez, Roma Norte, Hipódromo Condesa y Condesa, con la intención de promover esta alternativa de transporte dentro de la ciudad. Aunque fue un gran paso en la dirección correcta, se debe mencionar que la ciudad aún privilegia a los automóviles.

Para que una sociedad realmente adopte un estilo de vida ciclista, es necesario que las iniciativas urbanas no se detengan con simplemente dar un espacio a medias al uso de la bicicleta, sino que se declare vehemente en contra del automóvil como el principal medio de transporte, y que sus políticas urbanas no sólo favorezcan medios alternativos sino que se opongan rotundamente a la propagación del coche.

Comenzando por las zonas donde ya es posible, la Ciudad de México debe ampliar su compromiso hacia crear una cultura ciclista dentro de la ciudad. Los pasos que ya se tomaron no son suficientes; son apenas el comienzo. Dentro de una ciudad que año con año enfrenta múltiples contingencias ambientales, un futuro sostenible sólo podrá alcanzarse a través de medidas extremas, no soluciones tibias.

¿Cómo crear ciudades amigables hacia los ciclistas?

No es una tendencia nueva — alrededor del mundo se ha hablado durante décadas acerca de la necesidad de equipar mejor a nuestras ciudades para el uso de las bicicletas. Los motivos abundan: es innegable que enfrentamos una crisis climática y el ciclismo urbano es una manera de combatirla; el uso de la bicicleta es una forma de ejercicio que mejora la salud individual; se ha comprobado que quienes optan por este medio de transporte establecen un sentido de pertenencia en sus comunidades, y perciben una mejor calidad de vida. Además, los comercios a nivel de calle reportan mayores ingresos en zonas donde los habitantes suelen transportarse en bicicleta, y las empresas que incentivan a sus trabajadores a asistir al trabajo sobre dos ruedas tienen menores índices de días de enfermedad.

El caso de Copenhague es idílico. En esta ciudad danesa existen 675,000 bicicletas y tan solo 120,000 automóviles. A pesar de enfrentarse a temperaturas bajas la gran parte del año, los ciudadanos de Copenhague han adoptado a la bicicleta como su modo de transporte principal, debido en gran parte a una inversión masiva del gobierno hacia la implementación de infraestructura para ciclistas.

Tina Saaby Madsen, la Arquitecta de la Ciudad, ha diseñado situaciones urbanas que favorecen a la bicicleta en los últimos diez años, como hacer más estrechos algunos carriles para que las bicicletas sean quienes marcan la velocidad posible, o construir innovadores puentes para ciclistas que los permiten cruzar de un punto a otro sin exigirles demasiado esfuerzo físico.

Algunas personas se muestran escépticas acerca de la posibilidad de replicar el caso de Copenhague en otras ciudades, principalmente al comparar los tamaños de las manchas urbanas y poblaciones. La Ciudad de México, por ejemplo, tiene una población de 8.9 millones (sin contar la zona metropolitana), mientras que Copenhague tiene una población de aproximadamente 602,000 habitantes. El territorio que cubre la capital mexicana es mucho mayor al de la danesa, sin embargo, la Ciudad de México cuenta con una enorme diversidad urbana; entre sus colonias existen muchas — sobre todo las céntricas — que podrían fácilmente replicar algunos escenarios bici-friendly de los modelos extranjeros.

El sistema de bicicletas públicas Ecobici fue lanzado en 2010 dentro de las colonias Cuauhtémoc, Juárez, Roma Norte, Hipódromo Condesa y Condesa, con la intención de promover esta alternativa de transporte dentro de la ciudad. Aunque fue un gran paso en la dirección correcta, se debe mencionar que la ciudad aún privilegia a los automóviles.

Para que una sociedad realmente adopte un estilo de vida ciclista, es necesario que las iniciativas urbanas no se detengan con simplemente dar un espacio a medias al uso de la bicicleta, sino que se declare vehemente en contra del automóvil como el principal medio de transporte, y que sus políticas urbanas no sólo favorezcan medios alternativos sino que se opongan rotundamente a la propagación del coche.

Comenzando por las zonas donde ya es posible, la Ciudad de México debe ampliar su compromiso hacia crear una cultura ciclista dentro de la ciudad. Los pasos que ya se tomaron no son suficientes; son apenas el comienzo. Dentro de una ciudad que año con año enfrenta múltiples contingencias ambientales, un futuro sostenible sólo podrá alcanzarse a través de medidas extremas, no soluciones tibias.

¿Por qué invertir en un departamento en la CDMX?

Conseguir estabilidad financiera representa una de las principales preocupaciones de los jóvenes en México. Muchas personas se preocupan cuando notan que tras sus primeros años de tener ingresos más o menos estables, no han consolidado una opción de ahorro o inversión que les permita construir un patrimonio para el futuro.

Actualmente, más de la mitad de los mexicanos tienen menos de 29 años de edad (INEGI), lo que nos convierte en una de las poblaciones con más jóvenes en el mundo. Esto ha detonado múltiples opciones de inversión que a veces pueden llegar a ser más arriesgadas y que el público joven adopta bien por tener más tolerancia al riesgo.

Sin embargo, la opción de inversión preferida por la mayoría es una de las más tradicionales y estables cuando se trata de construir y asegurar un patrimonio personal. El sector inmobiliario ha sido siempre la opción más atractiva para quienes quieren asegurar mucho más su inversión, y para quienes no gustan de poner en la cuerda floja sus finanzas, pero ¿por qué es un gran momento para invertir en el sector inmobiliario en México?

La Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios anunció inversiones por 21 mil 500 millones de dólares entre 2017 y lo que llevamos del 2018. Esto se debe a que los desarrolladores inmobiliarios siguen apostando por el crecimiento nacional. En la CDMX se sigue incrementando la inversión inmobiliaria en proyectos de usos mixtos, residenciales, comerciales y turísticos, con la finalidad de elevar la plusvalía de esos espacios. Actualmente, nos encontramos en una época en que los precios de los inmuebles, aunque se mantienen al alza por la inflación, aún están en niveles competitivos.

Si estás dudando acerca de invertir tu dinero en la compra de un inmueble, hay tres cosas que debes tener en cuenta:

1.- La plusvalía supera el interés de tu ahorro.

Con el paso del tiempo, prácticamente cualquier inmueble incrementará su valor por encima de lo que ese mismo dinero produciría en intereses por estar metido en un vehículo de ahorro o inversión bancaria.

2.- Los inmuebles pueden producir rentas adicionales.

Otra de las ventajas de la inversión en inmuebles es que, si se ponen en arrendamiento, producen dinero por sí mismos. Piensa por ejemplo en invertir en un departamento en la CDMX que puedes rentar a un tercero y amortizar los pagos del propio departamento, mejor aún si inviertes en zonas con alta plusvalía, ya que el precio por alquiler está en constante aumento y te ayudará a tener un retorno de inversión más acelerado.

<< Cuáles son las mejores zonas para invertir en la CDMX>>

3.- Tu patrimonio será más perdurable.

Otros tipos de inversión son más efímeros, en cambio un inmueble te permitirá tener algo seguro que ofrecer a las siguientes generaciones, además de constituir un patrimonio que aumenta de valor con cada día que pasa.

Si estás ya en una etapa en la que tus ingresos son cada vez más estables, eres alguien que está buscando un patrimonio para su familia o simplemente quieres ampliar tu abanico de inversión, el sector inmobiliario te ofrece el tipo de estabilidad por la que seguramente ya llevas varios años trabajando, además de que mejorará tu calidad de vida.

¿Cómo sostener a más personas en las ciudades?

Huertos urbanos en las ciudades

Cada vez más, el mundo que habitamos se vuelve un mundo urbano. En 1800, sólo el 3% de la población mundial vivía en ciudades. Para 1900, sólo 12 ciudades tenían una población mayor a un millón de personas. Hoy, en cambio, aproximadamente la mitad de la población mundial vive en áreas urbanas, y existen más de 400 ciudades con más de un millón de habitantes. Según las Naciones Unidas, el 68% de la población mundial vivirá en ciudades para el 2050. 

Entre urbanistas, se habla mucho acerca de qué significará este aumento para las ciudades. ¿Qué tan preparadas están para recibir y sostener a cientos de miles de más habitantes en las siguientes décadas? La acelerada migración rural-urbana representa desafíos principalmente en términos de vivienda y movilidad, y estas son cuestiones que competen a los expertos y las autoridades gubernamentales de cada ciudad. 

[FOTO DE UNA CIUDAD VERDE]

A nivel individual, sin embargo, existen hábitos que pueden adoptar los ciudadanos para crear mejores condiciones de la vida urbana, como evitar el uso del coche, apoyar el comercio local y hacer uso constante del espacio público. Otra acción que en años recientes ha crecido en popularidad es la creación de huertos urbanos sobre lo que antes se consideraba espacio inusable: los techos de los edificios en las grandes ciudades. 

Además de ayudar a cumplir con la creciente demanda de comida, los huertos urbanos ayudan a hacer más verdes nuestras ciudades. Mientras que los techos de concreto absorben y después irradian calor, los huertos urbanos evitan esto, reduciendo así las emisiones de carbono. Además, al servir a los individuos y comunidades que los cuidan, reducen el impacto ambiental del transporte de comida. 

En Manhattan, Nueva York, el restaurante Bell Book & Candle fue uno de los primeros restaurantes en abastecerse en gran parte de lo que crecen en su propio techo. Los comensales disfrutan hierbas, frutas y verduras que el chef John Mooney y su equipo crecen en 65 torres de huertos verticales sobre el techo del edificio. 

[FOTO RESTAURANTE BELL BOOK & CANDLE]

El próximo año, un huerto urbano de casi 46,000 metros cuadrados abrirá en París y producirá más de 900 kilos diarios de frutas y verduras durante la temporada alta. El huerto se ubicará en el distrito 15, sobre el techo de un enorme centro comercial que actualmente está pasando por renovaciones. 

En Copenhague, SPACE 10 es un laboratorio de diseño e investigación dedicado a explorar maneras de crear mejores y más sostenibles modos de vida en las ciudades. Uno de sus proyectos, titulado “The Growroom,” es un huerto esférico de fuente abierta diseñado para cumplir con la creciente demanda de comida al crecerla en nuestras ciudad. Cualquiera puede encontrar el manual de construcción aquí y hacer uno propio.

[FOTO SPACE10 THE GROWROOM]

En la Ciudad de México, una de las ciudades más pobladas del mundo, el reto de hacer más verde nuestra mancha urbana es uno que debe tomarse en serio. Lily Foster, una estadounidense que actualmente reside en la capital mexicana, se ha dedicado desde el 2007 a la implementación de espacios verdes en áreas urbanas. Sobre la azotea de Chihuahua 139 — un proyecto de Reurbano que se caracteriza por dar nueva vida a un inmueble patrimonial, reuniendo en su interior espacios comerciales, de oficina y residenciales — Foster creó un huerto urbano próspero y diverso. 

[FOTO LILY FOSTER]

Calabazas, kale, pepinos, acelgas, berenjenas y más crecen sobre este techo de la colonia Roma Norte, todos comestibles y producidos a través de sistemas naturales diseñados por Foster. Para ella y su equipo, crear huertos urbanos no es solamente una cuestión de combatir el cambio climático, sino que buscan reinventar el tejido social que consideran fundamental para cualquier sistema de este tipo. “No se trata sólo de cultivar alimentos,” explica Foster, “se trata de un nuevo paradigma de la sociedad, un nuevo estándar de los que somos capaces en términos de los asentamientos urbanos.”

¿Cómo sostener a más personas en las ciudades?

Huertos urbanos en las ciudades

Cada vez más, el mundo que habitamos se vuelve un mundo urbano. En 1800, sólo el 3% de la población mundial vivía en ciudades. Para 1900, sólo 12 ciudades tenían una población mayor a un millón de personas. Hoy, en cambio, aproximadamente la mitad de la población mundial vive en áreas urbanas, y existen más de 400 ciudades con más de un millón de habitantes. Según las Naciones Unidas, el 68% de la población mundial vivirá en ciudades para el 2050. 

Entre urbanistas, se habla mucho acerca de qué significará este aumento para las ciudades. ¿Qué tan preparadas están para recibir y sostener a cientos de miles de más habitantes en las siguientes décadas? La acelerada migración rural-urbana representa desafíos principalmente en términos de vivienda y movilidad, y estas son cuestiones que competen a los expertos y las autoridades gubernamentales de cada ciudad. 

[FOTO DE UNA CIUDAD VERDE]

A nivel individual, sin embargo, existen hábitos que pueden adoptar los ciudadanos para crear mejores condiciones de la vida urbana, como evitar el uso del coche, apoyar el comercio local y hacer uso constante del espacio público. Otra acción que en años recientes ha crecido en popularidad es la creación de huertos urbanos sobre lo que antes se consideraba espacio inusable: los techos de los edificios en las grandes ciudades. 

Además de ayudar a cumplir con la creciente demanda de comida, los huertos urbanos ayudan a hacer más verdes nuestras ciudades. Mientras que los techos de concreto absorben y después irradian calor, los huertos urbanos evitan esto, reduciendo así las emisiones de carbono. Además, al servir a los individuos y comunidades que los cuidan, reducen el impacto ambiental del transporte de comida. 

En Manhattan, Nueva York, el restaurante Bell Book & Candle fue uno de los primeros restaurantes en abastecerse en gran parte de lo que crecen en su propio techo. Los comensales disfrutan hierbas, frutas y verduras que el chef John Mooney y su equipo crecen en 65 torres de huertos verticales sobre el techo del edificio. 

[FOTO RESTAURANTE BELL BOOK & CANDLE]

El próximo año, un huerto urbano de casi 46,000 metros cuadrados abrirá en París y producirá más de 900 kilos diarios de frutas y verduras durante la temporada alta. El huerto se ubicará en el distrito 15, sobre el techo de un enorme centro comercial que actualmente está pasando por renovaciones. 

En Copenhague, SPACE 10 es un laboratorio de diseño e investigación dedicado a explorar maneras de crear mejores y más sostenibles modos de vida en las ciudades. Uno de sus proyectos, titulado “The Growroom,” es un huerto esférico de fuente abierta diseñado para cumplir con la creciente demanda de comida al crecerla en nuestras ciudad. Cualquiera puede encontrar el manual de construcción aquí y hacer uno propio.

[FOTO SPACE10 THE GROWROOM]

En la Ciudad de México, una de las ciudades más pobladas del mundo, el reto de hacer más verde nuestra mancha urbana es uno que debe tomarse en serio. Lily Foster, una estadounidense que actualmente reside en la capital mexicana, se ha dedicado desde el 2007 a la implementación de espacios verdes en áreas urbanas. Sobre la azotea de Chihuahua 139 — un proyecto de Reurbano que se caracteriza por dar nueva vida a un inmueble patrimonial, reuniendo en su interior espacios comerciales, de oficina y residenciales — Foster creó un huerto urbano próspero y diverso. 

[FOTO LILY FOSTER]

Calabazas, kale, pepinos, acelgas, berenjenas y más crecen sobre este techo de la colonia Roma Norte, todos comestibles y producidos a través de sistemas naturales diseñados por Foster. Para ella y su equipo, crear huertos urbanos no es solamente una cuestión de combatir el cambio climático, sino que buscan reinventar el tejido social que consideran fundamental para cualquier sistema de este tipo. “No se trata sólo de cultivar alimentos,” explica Foster, “se trata de un nuevo paradigma de la sociedad, un nuevo estándar de los que somos capaces en términos de los asentamientos urbanos.”

¿Por qué invertir en un departamento en la CDMX?

Conseguir estabilidad financiera representa una de las principales preocupaciones de los jóvenes en México. Muchas personas se preocupan cuando notan que tras sus primeros años de tener ingresos más o menos estables, no han consolidado una opción de ahorro o inversión que les permita construir un patrimonio para el futuro.

Actualmente, más de la mitad de los mexicanos tienen menos de 29 años de edad (INEGI), lo que nos convierte en una de las poblaciones con más jóvenes en el mundo. Esto ha detonado múltiples opciones de inversión que a veces pueden llegar a ser más arriesgadas y que el público joven adopta bien por tener más tolerancia al riesgo.

Sin embargo, la opción de inversión preferida por la mayoría es una de las más tradicionales y estables cuando se trata de construir y asegurar un patrimonio personal. El sector inmobiliario ha sido siempre la opción más atractiva para quienes quieren asegurar mucho más su inversión, y para quienes no gustan de poner en la cuerda floja sus finanzas, pero ¿por qué es un gran momento para invertir en el sector inmobiliario en México?

La Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios anunció inversiones por 21 mil 500 millones de dólares entre 2017 y lo que llevamos del 2018. Esto se debe a que los desarrolladores inmobiliarios siguen apostando por el crecimiento nacional. En la CDMX se sigue incrementando la inversión inmobiliaria en proyectos de usos mixtos, residenciales, comerciales y turísticos, con la finalidad de elevar la plusvalía de esos espacios. Actualmente, nos encontramos en una época en que los precios de los inmuebles, aunque se mantienen al alza por la inflación, aún están en niveles competitivos.

Si estás dudando acerca de invertir tu dinero en la compra de un inmueble, hay tres cosas que debes tener en cuenta:

1.- La plusvalía supera el interés de tu ahorro.

Con el paso del tiempo, prácticamente cualquier inmueble incrementará su valor por encima de lo que ese mismo dinero produciría en intereses por estar metido en un vehículo de ahorro o inversión bancaria.

2.- Los inmuebles pueden producir rentas adicionales.

Otra de las ventajas de la inversión en inmuebles es que, si se ponen en arrendamiento, producen dinero por sí mismos. Piensa por ejemplo en invertir en un departamento en la CDMX que puedes rentar a un tercero y amortizar los pagos del propio departamento, mejor aún si inviertes en zonas con alta plusvalía, ya que el precio por alquiler está en constante aumento y te ayudará a tener un retorno de inversión más acelerado.

<< Cuáles son las mejores zonas para invertir en la CDMX>>

3.- Tu patrimonio será más perdurable.

Otros tipos de inversión son más efímeros, en cambio un inmueble te permitirá tener algo seguro que ofrecer a las siguientes generaciones, además de constituir un patrimonio que aumenta de valor con cada día que pasa.

Si estás ya en una etapa en la que tus ingresos son cada vez más estables, eres alguien que está buscando un patrimonio para su familia o simplemente quieres ampliar tu abanico de inversión, el sector inmobiliario te ofrece el tipo de estabilidad por la que seguramente ya llevas varios años trabajando, además de que mejorará tu calidad de vida.